El Cura Luis Mecchia y la Iglesia cómplice de la dictadura

APCS por Jorge P. Colmán. El Cura Luis Mecchia y la Iglesia cómplice de la dictadura

Antes de avanzar en la historia del cura y Capellán del ejército Luis Mecchia, debemos aclarar que dentro de la Iglesia católica hubo diversas posturas frente a la dictadura militar. Algunos miembros de la Iglesia fueron perseguidos, desaparecidos e incluso asesinados por el régimen militar debido a su compromiso con la defensa de los derechos humanos y su denuncia de las violaciones perpetradas. Muchos sacerdotes y obispos también se vieron obligados a exiliarse para evitar represalias por parte del gobierno

Pero además es correcto señalar que hubo casos de complicidad por parte de una parte de la jerarquía eclesiástica durante. Definimos complicidad adoptando la propuesta de la Comisión Internacional de Juristas, donde la complicidad puede entenderse como una participación en la violación de los derechos humanos cuando se asiste, facilita o mejora la eficiencia en la comisión de dichos crímenes. En el contexto de la dictadura militar, la complicidad corporativa se refiere a aquellos casos en los que instituciones o entidades, incluida la jerarquía eclesiástica, tuvieron un papel activo o pasivo en permitir o encubrir las violaciones de derechos humanos perpetradas por el régimen.

Es cierto que la noción de complicidad puede variar en diferentes contextos y sistemas jurídicos. En el ámbito de los crímenes de lesa humanidad, como dijo la fiscal Fatou Bensouda, la contribución de un cómplice no necesita ser una condición sine qua non para la comisión de los crímenes, ni tampoco tiene que estar dirigida específicamente a ellos. Es suficiente que la asistencia práctica, el aliento o el apoyo moral del cómplice tengan un efecto sustancial en la perpetración de los crímenes.

Es importante tener en cuenta que la responsabilidad penal y civil en casos de crímenes de lesa humanidad está sujeta a requisitos específicos, como la conducta, la antijuridicidad, la tipicidad, el nexo causal, el elemento subjetivo y el daño. Además la noción de complicidad puede variar en diferentes contextos y sistemas jurídicos. En el ámbito de los crímenes de lesa humanidad, como dijo la fiscal Fatou Bensouda, la contribución de un cómplice no necesita ser una condición sine qua non para la comisión de los crímenes, ni tampoco tiene que estar dirigida específicamente a ellos. Es suficiente que la asistencia práctica, el aliento o el apoyo moral del cómplice tengan un efecto sustancial en la perpetración de los crímenes.

El Vicariato Castrense

Vicariato castrense fue creado el 8 de julio de 1957 (Con acuerdo de la Santa Sede), de esta manera se institucionalizaba una tradición de servicio religioso en el Ejército y la Marina, practicado desde la sanción de las leyes de enrolamiento y servicio militar obligatorio que formaron parte del proceso de modernización y profesionalización de las Fuerzas Armadas.

El vicariato castrense es una diócesis dentro de la iglesia católica, que no está ligada a un territorio específico, sino a la feligresía conformada por los miembros de las Fuerzas Armadas y sus familias. El vicario castrense ejerce su jurisdicción pastoral allí donde haya personal militar, brindando apoyo moral, espiritual y religioso a los miembros de las Fuerzas Armadas.

Es común que el vicario castrense esté íntimamente vinculado al ámbito militar al que sirve. En algunos casos, los vicarios castrenses pueden recibir grados militares honoríficos como reconocimiento a su trabajo y cercanía con las Fuerzas Armadas.

Durante el período comprendido entre 1975 y 1983, la diócesis castrense contaba con más de 400 sacerdotes que se desempeñaron en diversas unidades militares del país y más de 100 lo hicieron en unidades donde funcionaron los centros clandestinos de detención con distinto grado de participación en la represión.

José Luis Mecchia Agnola Pascuttini

El cura José Luis Mecchia Agnola Pascuttini nació en la región de Friuli, Italia, en 1921. Llegó a Argentina alrededor de 1957 y fundó la Parroquia Inmaculada Concepción de María en la localidad de Los Polvorines en el mismo año.

Años después el sacerdote Luis Mecchia fue nombrado capellán del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo en 1967, bajo la dirección del general Santiago Omar Riveros en la presidencia de facto de Juan Carlos Onganía. Testigos en los juicios de Campo de Mayo han señalado a Mecchia como su asesor. El artículo mencionado, titulado «La Iglesia católica en Campo de Mayo: la presencia del capellán Luis Mecchia»(1), aporta más detalles sobre la participación y presencia de Luis Mecchia en ese contexto específico.

Es cierto que el rol de Luis Mecchia como capellán en el Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo revestía una gran relevancia debido a su ubicación en la dirección estratégica de la represión en la Zona 4 y su cercanía con el máximo jefe, en este caso , el general Santiago Omar Riveros. La presencia de líderes religiosos en contextos represivos debió tener una influencia significativa en la legitimación de las acciones terroristas llevadas a cabo.

Mecchia fue Capellán del ejército durante los vicariatos de Caggiano, Antonio (1960-1975), Tortolo, Adolfo Servando (1975-1982), Medina, José Miguel (1982-1983) y continuó hasta 2007 (2). Periódicos locales destacan además que mantuvo fluidas relaciones con el dictador Juan Carlos Onganía, quien fuera presidente de facto entre 1966 y 1970. (3)

Como parte de su acción dentro de la Vicaría Castrense fundó capellanías en la Escuela de Inteligencia y en la aviación militar, Llegó a tener a su cargo 36 capellanes, de los cuales 21 trabajaron en dependencias de Campo de Mayo y varias de ellas funcionaron como Centros Clandestinos de Detención (CCD).(4) Como Capellán Luis Mecchia estableció una jerarquización interna propia, planificación de acciones y formación de los cuadros militares en estrecha coordinación con las autoridades militares y del Vicariato.

Antes del golpe, el pensamiento represor

Testimonios dan cuenta de su predica por la acción represiva “Si alguien es sorprendido armado, más le vale olvidar su nombre”, algo que el ejército ejecutó en los cementerios donde cientos de seres humanos fueron inhumados como NN (5). En la Escuela de Inteligencia, Mecchia anunciaba la inminencia de un enfrentamiento “Muchos me creyeron”, se jactó. “Lo discutimos en el nivel superior (¿El General Santiago Omar Riveros o Juan Carlos Onganía?). «Varias veces me llamaron para saber en base a qué elementos sostenía esa tesis. Los altos mandos coincidieron con el diagnóstico. Les costaba quebrar la estabilidad institucional, hasta que alguien les hizo entender que una cosa es la legalidad y otra la justicia» manifestaba.

Sus declaraciones son una clara manifestación de la complicidad y dar legitimidad a las acciones terroristas que el ejército ejecutará luego del golpe cívico militar de 1976 ”Como era preciso “salvar al país y al sentido argentino de la existencia” se adoptaron “métodos expeditivos”, para “frenar a los extremistas y a la guerrilla internacional”. Justifica la acción al margen de la ley argumentando «Cuando nos encontramos ante un hombre armado, la regla es disparar primero. Gana la guerra quien comete menos errores” sentenció como un militar, olvidando su sacerdocio.

Definía al enemigo en la teoría de guerra anticomunista “tienen ideologías marxistas, organizan huelgas, arrojan volantes, siembran clavos en las calles o lanzan bombas de humo”. El tratamiento que se les da difiere según las zonas. “En el interior los rebeldes capturados son enviados a institutos de reeducación. Es mejor no preguntar dónde (CCD). En la zona metropolitana, se hace lo posible para no capturarlos”. Para los que no eran eliminados hablaba de un «tratamiento» y «reeducación» planteando que había diseñado un “programa de reeducación filosófica, cristiana, social de esa gente”. Manifestó claramente su desprecio por los derechos humanos diciendo que “antes de pronunciarse sobre los famosos derechos humanos hay que conocer muchas cosas» (6)

Muchos sacerdotes utilizaron como herramienta la charla o la confesión con el objetivo de torcer las voluntades y obtener información vital para continuar la acción represiva. En su diario, el Capellán Bonamín registró un testimonio que involucra a Mecchia sobre un “dato penoso” de que dos capellanes de Campo de Mayo -Luis Mecchia y Mario De Leone- le llevaron, respecto a un grupo de detenidos: “les consta que, por lo menos 20 terroristas puestos en capilla‟ y que se «rehusaron que se les llevara un sacerdote” (7).

Otros testimonios señalan a Luis Mecchia con mucha información sobre los detenidos desaparecidos. Daniel Rosace y su madre buscaban a Juan Carlos Rosace (secuestrado en la casa familiar de Santos Lugares por un grupo de tareas de la dictadura el 6 de noviembre de 1976). “Me lo mataron”, afirmó su el padre de Juan Carlos luego de una entrevista que habían tenido con un capellán del Ejército a quien había visto en Los Polvorines. De tonada italiana, el cura lo tomó por el hombro, lo acompañó unos pasos y le hizo entender que a Juan Carlos no lo iban a volver a ver con vida. “Usted ha estado en la guerra, entiende cómo es esto”, le dijo el capellán. (8).

Durante su mandato como Capellán y dentro de la órbita de la Guarnición Campo de Mayo, otros sacerdotes fueron acusados de participación en las torturas y otros mencionaron la maternidad clandestina en el Hospital Militar. Uno de ellos fue el capellán Francisco Priorello: “En la primera sesión de torturas (…) me taparon la boca con una almohada para que no gritara y la voz que se escuchaba era la del padre Francisco. Nos llevaron a todos encapuchados para que escucháramos la misa que él daba” (9) En el documento “La verdad los hará libres” de la Conferencia Episcopal Argentina, el excapellán del Hospital Militar de Campo de Mayo Federico Gogala revelará la existencia de la maternidad clandestina y situación de las madres que luego desaparecieron.

Otra muestra de influencia que tenía el Capellán Luis Mecchia es la presunta participación en la liberación de Miguel Angel Silva, quien fue secuestrado en Grand Bourg el 19 de mayo de 1976. Se afirma que Silva estuvo detenido en el CCD «El Cilindro» y que , gracias a las gestiones de Mecchia, hubiera sido liberado recuperando así su libertad. Sin embargo, la veracidad y los detalles específicos de estas afirmaciones no pueden ser confirmados con certeza.

Anticomunismo y neoliberalismo

La Doctrina de Seguridad Nacional y la Liga Anticomunista Mundial, que organizó la Confederación Anticomunista Latinoamericana (CAL) en México en 1972(10), fueron parte de un contexto histórico en el que se promovieron políticas de seguridad y lucha contra el comunismo en América Latina. Paralelamente, en la década de 1980, surgieron programas neoliberales impulsados ​​por líderes como Margaret Thatcher en el Reino Unido y Ronald Reagan en Estados Unidos. Estos programas buscan promover políticas económicas basadas en la liberalización del mercado y la reducción del papel del Estado en la economía.

Según Rafael Rodríguez Rodríguez, la Confederación Anticomunista Latinoamericana debía “denunciar, combatir e impedir todos los movimientos comunistas en Latinoamérica, así como desenmascarar y combatir al clero socialista, que bajo la capa de la religión, está tratando de implantar el comunismo en los pueblos de habla hispana”. En ese marco de referncia político y económico el Capellán Mecchia, claramente identificado como anticomunista, dirigió una misa en 1980 en Campo de Mayo, para los delegados del IV Congreso de la Confederación Anticomunista Latinoamericana (1980).(11)

En dicha Congreso el General Suárez Mason pidió a los pueblos y países de Latinoamérica la unión frente a la amenaza comunista y a los delegados que hiciesen comprender que el peligro mayor se cernía sobre América Central que de caer en manos del comunismo constituirá una cuña divisoria del continente amenazado. Asimismo denunció la política exterior del presidente Carter como “instrumento de un proyecto neocolonial marxista,” lo cual legitimaba el accionar de la CAL y de la dictadura argentina en la región. Suárez Mason se comprometió a enviar a Centroamérica asesores argentinos que transmitiesen la experiencia argentina y la Liga Anticomunista Mundial a aportar 8 millones de dólares para los gastos iniciales.(12)

Democracia y fin de la vicaría castrense

La llegada de Néstor Kirchner a la presidencia de Argentina marcó un cambio significativo en relación a los derechos humanos que destacó como política de estado. Los juicios por la Memoria, La Verdad y la Justicia desnudaron la participación y complicidad de la Vicaría Castrense en delitos de lesa humanidad, razón por la cual le quitó al vicario castrense Antonio Baseotto por decreto presidencial, el rango de subsecretario de Estado y su consiguiente asignación mensual de 5000 pesos.

El gobierno a través de la Cancillería, Defensa y Derechos Humanos lograron en 2007 que los capellanes militares que habían cumplido tareas durante la última dictadura fueran desplazados, entre ellos se encontraba Luis Mecchia, quien participó en la implantación de la doctrina de la guerra contrarrevolucionaria en Campo de Mayo, con amplia influencia en el área de represión Zona 4.

Aun así y a pesar de estar mencionado por testigos en la Causa Campo de Mayo por delitos de lesa humanidad, el 20 de marzo de 2009, en una sesión del Consejo Deliberante de Malvinas Argentinas, en la que Luis Mecchia estuvo presente, los partidarios de Jesús Cariglino aprobaron un proyecto por el cual se puso su nombre a una calle del partido.

Un año después fallecía a los 89 años el 10 de septiembre de 2010. Sus restos fueron despedidos en la Parroquia Inmaculada Concepción de María, de Los Polvorines, que el mismo había fundado en Los Polvorines. A su muerte el intendente Jesús Cariglino lo declaró como “ciudadano ilustre de Malvinas Argentinas” y declaró sobre el que fue “un verdadero líder espiritual”.

Sobre el Capellán y su acción política se ha manifestado públicamente luego de su muerte Antonio Fernández(13) quien hizo referencia al sacerdote Luis Mecchia, jefe de capellanes de Campo de Mayo, y lo definió como “un nazi que se hizo cura” (14). El Concejal Reinaldo Ferrau destacó en el mismo sentido «Encima lo declararon ciudadano ilustre, a un tipo que fue cómplice de tantas muertes y de tanta sangre»

Referencias

1.- Página 12 https://www.pagina12.com.ar/336439-la-iglesia-catolica-en-campo-de-mayo-la-presencia-del-capell?fbclid=IwAR33FhgCEVLUgJk6hmWNdyTBcwSxTO_r8_g5UArjNOsZaTXpCnM3kk7Crl8

2.- http://profetadelgenocidio.com.ar/sites/default/files/ANEXO%201_0.pdf

3.- https://puntocerohaciaelfuturo.blogspot.com/2012/09/luis-mecchia-agnola-pastuttini-sigue-en.html

4.- Página 12 https://www.pagina12.com.ar/336439-la-iglesia-catolica-en-campo-de-mayo-la-presencia-del-capell

5.- https://www.lacorrienteavanza.com.ar/web/index.php/noticias/2761-vade-retro

6.- Pagina 12 https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-87451-2007-07-01.html

7.- Diario de Victorio Bonamín 23/10/1978 en https://www.cels.org.ar/web/wp-content/uploads/2017/06/Nuevo-obispo-castrense.pdf

8.- . “La Memoria se reconstruye “https://www.elcohetealaluna.com/la-memoria-se-reconstruye/

9.- La Maga, Año 4, N° 167, 29 de marzo de 1995, p. 5.

10.- La CAL fue un entramado de militares golpistas y grupos paramilitares latinoamericanos, que actuaron bajo el patrocinio civil de grandes grupos económicos que apoyaban el desarrollo de programas neoliberales para la región.

11.- Capellanes militares durante la dictadura: entre la picana y la cruz

12.- Rostica, Julieta. (2017). “La Confederación Anticomunista Latinoamericana y los gobiernos nacionales latinoamericanos (1972-1980)”, LASA 2017, Lima, 29 al 1 de mayo de 2017.

13.- Trabajadore de la educación y miembro del SERPAJ, quien fue detenido por la dictadura cívico militar y recibió el Memorial de la Paz de manos de Adolfo Pérez Esquivel por la defensa de los DDHH.

14.- Infojus 07/12/2014 http://infojusnoticias.gob.ar/nacionales/los-abogados-de-los-represores-apuestan-a-la-impunidad-biologica-6698.html

Publicado el 20 May, 2023 en Campo de Mayo y etiquetado en , , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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